Por fray Gonzalo Salazar
Esta última semana de preparación para Votos Perpetuos ha resultado interesante, intensa, de exploración, reconocimiento, aceptación y de motivación, visando ayudar a la toma de una buena decisión, madura, clara, responsable y armónica. La pareja de esposos Elizabeth Nava (psicoterapeuta, Máster en Psicoterapia Humanista y Desarrollo Humano, con Especialidad en psico-teatro y journey-dance) y su esposo Carlos Ávila (Psicólogo Clínico, Máster en resolución pacífica de conflictos y mediación, Especialista en Terapia Existencial y candidato a Doctor en Terapia Existencial), ambos fueron los encargados de darnos el revolcón.
El primer día lo hicieron con una serie de preguntas sobre el yo mismo, vínculos sociales, cuerpo, historia vieja, historia de las últimas tres semanas, e historia actual; la importancia del dar y del recibir. Todo esto centrado en el ¿Cómo llego aquí hoy? Muchas reflexiones e historias interesantes hacen que se abra la mente y el corazón, a fin de aprovechar estas temáticas importantes para reconocer el aquí y el ahora, mi presente.
En el segundo día por medio de un psico-teatro se fueron expresando al sonido de las músicas sentimientos de alegría, tristeza, rabia, sarcasmo, ternura, gratitud, dolor. Finalizando con la imagen corporal en una cartulina, en la que se debían plasmar todos los sentimientos vividos y sentidos; lo que representa para su vida y para su historia su propio yo. Fue muy movido pues afloró la sensibilidad de cada uno y la expresión de sentimientos muy valiosos de amor, tristeza, superación, dolor y propósitos entre otros.
Para el tercer día el tema propuesto fue “el yo y el otro”; un espacio de reflexión en donde se dieron herramientas para entender que todos hacemos parte de una comunidad en donde mis actos y actitudes afectan a todos. Es pensar, que no podemos volver nuestra casa un lugar incómodo para vivir, por el contrario; ante el conflicto: inteligencia, tolerancia, y capacidad de aceptar, reconocer, valorar y seguir en la marcha. Como trabajo personal es dar el primer paso, en donde yo mismo sea generador del ambiente comunitario, de un lugar de paz, de encuentro, de vida. Como dijo nuestro ponente: “no puedes dañar el lugar donde te nutres”.
Al final del día recibimos la visita de nuestro Padre General Frank Gerardo Pérez; una visita muy importante porque nos hace sentir importantes para la Congregación, así como nuestros hermanos y superiores de casa han estado pendientes de nuestro retiro, nuestros provinciales también han estado al tanto de las vivencias; como broche de oro, que mejor que la visita del Padre General y del Vicario General que está acompañando todo este proceso: la familia amigoniana unida y en acción.
En el cuarto día el tema es la relación con el otro desde la relación conmigo. No podemos quedarnos con el creer ¿qué es lo que el otro piensa o dice de mí?, muchas veces es producto de nuestro propio ego y desde nuestras mismas inseguridades. Es importante entablar diálogos productivos y conciliadores, de corazón a corazón, para poder trascender el ego. Como trabajo grupal se hacen expresiones y dibujos de las cosas que imposibilitan o destruyen la comunicación; la televisión, el celular, el dinero, el poder, los títulos, la imposición de la masculinidad por medio de los cargos, las viejas estructuras, la poca capacidad de innovar y de tomar decisiones por parte de los frailes jóvenes, el poco compromiso a comprometerse, la indiferencia. Se invitó mediante la danza a reflexionar sobre lo que cada uno es, hace y comparte al interior de la comunidad.
Al final del día se compartió un viaje maravilloso por el paisaje de la Albufera, que es un lago de agua dulce que recoge las aguas de las montañas valencianas usadas para los cultivos de cítricos y especialmente del arroz. Al borde está el pueblo pequeño “El Palmar”, un pueblo pesquero de origen árabe, conocido por los romanos como Nacarum Stagnum y en algunos poemas árabes como espejo del sol.
En el día quinto el tema fue: violencia y libertad. En este día se hizo un trabajo más personalizado y especialmente buscando dar respuesta a las expresiones de cansancio, desilusión, fatiga, baja motivación etc. Los motivos de estas situaciones fueron varios, resaltando entre ellos las relaciones con algunos hermanos superiores.
Dialogamos sobre las resoluciones de conflicto, que en algún caso son marcados por la forma patriarcal, patrón tradicional en nuestra cultura. Recordamos que la violencia no se crea en el vacío, viene acompañada y estructurada, se van dando estas condiciones al interior de los grupos y las comunidades y es bueno que se manifiesten.
El proceso de la resolución pacífica del conflicto es lento, permanente y consciente; no se puede claudicar ante los problemas, hay que seguir en la lucha, sembrar la semilla para que germine. Se debe tener presente que no todo lo que me incomoda es violencia y no todo lo que es violencia es ilegal. Una frase importante era esa: “Yo no hablo de violencia para pensar si me la están aplicando, yo hablo de violencia para pensar primero, si la estoy ejerciendo.” Después de un baile y un grupo de expresión de sentimientos, se aclararon las dudas, los sentires y se abrió nuevamente el camino al proceso de formación con transparencia y claridad. Fue un día muy productivo.
El día sexto se trataba de hacer cosecha y de cerrar. Durante este día se invitó a observar los trabajos realizados, los diseños de la propia figura y los diseños realizados por grupos, recordando las tres semanas anteriores y la actual; muchas reflexiones surgieron, unas de agradecimiento, otras de concientización, otras de esperanza, otras de lucha y de valor. Finalmente se exhorta a seguir luchando por estar, por continuar en este camino maravilloso del llamado, la respuesta y la vocación. Una invitación a ser conscientes, a vivir el presente, a estar atento al hermano, a la comunidad, a sus necesidades, pero también a sus triunfos y alegrías. Queda el compromiso de seguir andando y permitir que sea el Espíritu que avive y fortalezca el llamado a la vida religiosa y de nosotros de hacer nuestra parte para construir comunidad, continuar el camino y dejar que Dios actúe en nosotros.
Se agradece al Padre Jens por su entrega, dedicación y por estar siempre pendiente de todos los detalles, de las necesidades y de que todos nos sintiéramos bien. Agradecer también a los ponentes Carlos y Elizabeth por su compartir, por el revolcón, pero, ante todo, por hacernos despertar y estar más conscientes de la necesidad de vivir el aquí y el ahora, contribuyendo y comprometidos con una comunidad en salida, en movimiento y en unión.
El día séptimo fue dedicado al retiro final en Montiel, la primera casa de nuestras hermanas Terciarias Capuchinas.
Fuimos acompañados por el Padre General Frank Gerardo Pérez Alvarado, quien era el encargado de presidir el cierre del tiempo de preparación y el retiro con el cual sellamos el mes de preparación a Votos Perpetuos. Se hizo un espacio de reflexión y oración personal en la casa de las hermanas, terminando con un compartir fraterno y evaluativo, un almuerzo y recorrido por la casa.
Gracias sean dadas a Dios por la presencia de los hermanos, por su entrega y dedicación, por el amor con que prepararon este encuentro, en el que queda el compromiso de tomar una decisión con libertad, con actitud esperanzadora y de sinodalidad.
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