En nuestro corazón se deposita la gracia de Dios según el carisma que nos dejó Luis Amigó para estar en comunión con la Iglesia.
Después de realizada la ambientación para la semana santa se procedió a celebrar el viacrucis amigoniano por los diferentes lugares de nuestro Colegio, actividad que permitió adherirnos a Cristo, congregando en nuestra vida actitudes encaminadas a la reflexión y la reconciliación, adoptando valores para nuestro crecimiento espiritual.
Esta experiencia permitió ver que Cristo nuestra Pascua se ha inmolado en la cruz por nuestros pecados y ha resucitado glorioso. Acojamos los frutos de la reconciliación y demos testimonio de que el Señor Jesús es verdaderamente la resurrección y la vida. En esta perspectiva lo debemos testimoniar, haciendo que en nuestras actitudes se refleje el mensaje del resucitado y con ello, transmitir alegría, característica de los amigonianos. Que esta fecha tan importante para la Iglesia y para la Congregación, sea motivo de regocijarnos en Jesús, de resarcir nuestros vínculos de comunidad amigoniana.
Es tiempo de adoptar un nuevo comportamiento, una nueva visión de vida, sumergida en los valores cristianos y en la identidad amigoniana, fortaleciendo los principios cristianos, morales y la proyección de vida. Para ello nos dispusimos con júbilo a celebrar la pascua de resurrección con una liturgia y la eucaristía, donde los estudiantes entonaron cantos y elaboraron carteles, experimentado la alegría que nos da Cristo resucitado.
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